MILEI SUBORDINÓ EL PAÍS A EEUU
Incondicional sumisión a los eternos verdugos sin importarle el sufrimiento de su pueblo.
Incondicional sumisión a los eternos verdugos sin importarle el sufrimiento de su pueblo.
Vivimos en una distopía producto de una elección, tomamos la decisión de dirigirnos hacia un rumbo sin mirar lo que dejamos atrás ni evaluar el futuro. Debemos volver a la utopía de imaginarnos una sociedad futura de características favorecedoras del bien común y caminar hacia ese horizonte ya nos hará mejores.
En medio de un inédito manejo de la agenda política vía redes sociales, la Corte Suprema de Justicia de la Nación es llamada a entrar al ruedo. Se apresuran los tiempos, se acaba la feria judicial mientras a la vuelta de la esquina esperan marzo y abril, expectantes.
Las bufonadas y mentiras como forma de hacer política forman parte del estilo del actual presidente que avanza hacia las cenizas de nuestra existencia como nación.
A fines del año pasado, el pueblo argentino le dijo basta a 48 años de frustraciones.
La democracia encuentra su sentido si logra canales de articulación y satisfacción de las expectativas y demandas sociales. Si la política no logra hacerlo o vuelve a fracasar en su intento de acortar la brecha de representación, nuevamente avanza el mercado y sus aliados, y la democracia será otra vez una ilusión.
Mucha historia se construyó para obtener derechos. Ahora nos quieren trasmutar de ser ciudadanos libres a meros “súbditos” del poder y todo ello al grito de Viva la Libertad Carajo. Cualquier intento de suprimir la legalidad o la legitimidad e ignorar sus diferencias, lesiona gravemente a la democracia y torna totalitario al sistema político.
En esta oportunidad permitimos que el poder neoliberal derechista se establezca por elecciones, esto es, seduciendo a gran parte de la población. Es hora de la autocrítica.
Para Javier Milei y sus asesores, la soberanía sobre las Islas Malvinas, tal como establece la Constitución, está supeditada a supuestos “derechos de sus habitantes”, en línea con la histórica posición británica.
El apoyo militante del peronismo tuvo poco entusiasmo para las PASO, pero ahora se están rompiendo las resistencias. Se puede ganar, pero la línea de trinchera que hay que formar no es para resistir después sino para que no pasen ahora.