Cuando la pandemia de covid consumía con contagios y muertes el prestigio de los dirigentes chilenos, una médica que ahora tiene 35 años se erigía como figura en el escenario político. Izkia Siches estaba en marzo de 2020 al frente del Colegio Médico y desde los canales de televisión, radios y redes sociales alertaba a quien quisiera oírla sobre la gravedad de lo que estaba por venir.
Siches habló personalmente con Piñera, sentó en una misma mesa a los líderes de todos los partidos políticos y se reunió con legisladores. Les propuso coordinar una cuarentena nacional para evitar la propagación del virus. En ese momento había cerca de 200 casos positivos y parecía que ella sembraba en el desierto. Pero las evidencias le dieron la razón. Los casos se dispararon, se llamó al confinamiento, luego llegaron las vacunas y lo demás es historia conocida. La médica Izkia Siches se convirtió pronto en la mujer más popular del país.
Gabriel Boric puso el ojo en esta líder de los médicos alineada con la izquierda, de breve paso por las juventudes comunistas y dirigente estudiantil, pero sin partido político. A finales de noviembre, dos días después de pasar a la segunda vuelta por la presidencia de Chile, le pidió que se sumara a su equipo como jefa de campaña. “Miro a la cara de mi hija y sé lo que tengo que hacer”, dijo Izkia. Aceptó.
Fue la primera en entender que se podía ganar, pero para eso había que poner el cuerpo en una campaña que recorrería todo el país. Renunció al Colegio Médico y con su “guagua” a cuestas se lanzó a las carreteras del país. En 12 días recorrió distintos rincones de Chile sumando voluntades a la causa del Frente Amplio, sobre todo en el norte, donde el voto se le había negado al candidato durante la primera vuelta.
Siches levantaba pasiones en cada pueblo y movilizaba a los jóvenes y a las mujeres, un sector tradicionalmente abstencionista en un país sin voto obligatorio desde 2012. El 19 de diciembre, Boric venció entre las mujeres de menos de 30 años con casi el 70% de los votos frente a su rival, el ultraderechista José Antonio Kast.
Izkia había refrescado la campaña del candidato y convencido con palabras simples a aquellos votantes de centro que temían a Boric por su alianza con el Partido Comunista. La mujer que durante la pandemia había advertido de los riesgos y recomendado con claridad las soluciones, era ahora una de las figuras más potentes de Apruebo Dignidad, la alianza del nuevo Gobierno.
En la universidad se hizo dirigente estudiantil, se afilió y se desafilió a las Juventudes Comunistas (a las que consideró demasiado dogmáticas) y se acercó a los jóvenes del Frente Amplio que ahora llegan a La Moneda como representantes de la nueva izquierda latinoamericana bregando por más igualdad y un Estado benefactor que reparta con equidad las mieles del crecimiento económico.
Como médica, Izkia Siches se dedica a la atención de pacientes con HIV en hospitales. Promueve la legalización total del aborto, se declara feminista y defiende una agenda de más derechos para la comunidad LGTBI. En 2017, se convirtió en la primera presidenta mujer del Colegio Médico en 70 años y la más joven.
“Siempre los presidentes del Colegio Médico fueron hombres, blancos y en su mayoría conservadores. Yo soy mujer, joven, de izquierda, morena, de Arica, medio aimara, con ojos achinados, crecida en Maipú (una comuna de clase media de Santiago), educada en un colegio picante que nadie conoce” expresó al vencer en las elecciones del Colmed con el 53% de los votos al candidato respaldado por el presidente saliente, Enrique Paris, que llevaba seis años en el cargo y es hoy ministro de Salud de Piñera.
Su trabajo durante la pandemia la convirtió en una celebridad. En febrero de 2021 fue elegida por la revista Times como una de las 100 líderes emergentes del mundo. Su reseña fue escrita por la Alta Comisionado de los Derechos Humanos de la ONU y ex presidenta socialista de Chile, Michelle Bachelet. “Con tan solo 34 años, la doctora Izkia Siches Pastén ha mostrado ya un asombroso liderazgo y enorme potencial. Millones de votantes chilenos comparten sus sueños de un servicio de salud moderno, dando esperanzas de que Izkia esté aquí para quedarse”, escribió Bachelet.
Boric no ha definido aún los nombres de su Gabinete de ministros, pero no hay duda de que Siches estará en la lista. •
UNA DIRIGENTE FUERA DE LO COMÚN
“Médica, soñadora, ariqueña, mama de Khala ex presidente del Colegio Médico de Chile” es su presentación en Twitter. Tiene la mayor imagen positiva por sobre reconocidos deportistas y artistas.
Se trata es una dirigente fuera de lo común desde la cuna. Nacida en Arica (norte de Chile) de una técnica médica y un contable, su madre quiso para ella un nombre que llamase la atención. “Por eso se lo inventó”, contó Izkia tiempo atrás. La mujer mezcló Iskra, un nombre de origen croata, con Iskay, número dos en quechua. Izkia es la segunda hija del matrimonio. La mayor, también médica, se llama Vinsja, en honor a una Miss Chile de la época. Si había que sobresalir, que fuese desde el documento de identidad.
La joven Izkia se formó en la Universidad de Chile, donde pudo ingresar en 2004 gracias a sus brillantes calificaciones en una escuela secundaria poco apta para aquellos que aspiran a hacer carrera. Siches siempre temió que el Instituto Bernardo O’Higgins no fuese lo suficientemente “emblemático” para los estándares del elitismo educativo chileno y sus calificaciones no alcanzasen para entrar en la carrera de Medicina. Su esfuerzo personal, sin embargo, terminó por romper la barrera.
Desde entonces tuvo que sobreponerse en el ámbito público a las críticas machistas provenientes, principalmente, del conservadurismo varonil del país.
En junio de 2020, el abogado Ricardo Escobar, exdirector del Servicio de Impuestos Internos del primer Gobierno de Michelle Bachelet (2006-2010), escribió una columna de opinión en La Tercera, donde la comparó con una zorra y la acusó de seducir a la clase política para conseguir sus objetivos. La columna fue tildada de “misógina”, “violenta” y “despreciable” por más de 200 líderes feministas que al otro día publicaron una carta de apoyo en el mismo medio, titulada “Todas somos zorras ofendidas”.
El presidente de la Confederación de la Producción y Comercio (el gremio empresarial más influyente de Chile), Juan Sutil, la trató de “cheque a fecha”. La Unión Demócrata Independiente, partido de derecha, puso en duda su competencia técnica, asegurando que “sólo es una médico internista, sin especialización”. A través de las redes sociales también le ha llegado la misoginia y discriminación.
A pesar de todo, Izkia logró posicionarse como referente nacional.