El Guasón es un personaje de ficción creado para ser parte de una historieta en la que aparece como principal enemigo de Batman. Es decir, representa el Mal contra el Bien. Se trata del criminal más notable de “Gotham City”, en lunfa podría decirse “ciudad tango”.
También su nombre es utilizado como Joker, esto es el Comodín, es decir como reemplazo de cualquier carta del maso para armar un juego. Su personalidad psicopática tiene un humor retorcido que goza con el dolor del otro. Pero no confundir, no es un humorista ni un payaso, aunque vista y luzca como tal, es un personaje siniestro. Entre sus colaboradores se encuentran otros supervillanos de Gotham City que incluyen a uno con dos caras, un espantapájaros y a la banda de la injusticia.
Guasón o Joker es sin duda, uno de los mejores personajes y villanos de las historietas, cuya popularidad hace que muchos quieran imitarlo y lo hacen bastante bien, primero apareciendo en una cantidad de programas televisivos y en nuevos productos comunicacionales. Las apariencias no siempre son exactas, el pelo de pronto no es verde, pero sí es despeinado, es de baja estatura, pero no la asume y quiere ser alto, la risa no es la misma, pero si es similar, porque la burla es su característica.
En Argentina, donde solemos juntar la tragedia con la comedia con el resultado en un drama, nos tenía que aparecer nuestro Guasón y, con tanta mala suerte, que las impericias de los profesionales de la política y sus errores lo llevaron al poder. Y esto les cabe a todos, propios y extraños, aunque algunos pretenden hacerse los desentendidos a la hora de asumir responsabilidades. Ahora ya está, ocupa el centro de la escena política y más allá de que se le tumbó uno de sus elementos (ley ómnibus), nuestro Guasón está en el foco y maneja la iniciativa.
Es justo reconocer que Cristina Kirchner tuvo iniciativa en dos oportunidades. Primero en la carta donde acepta que hay que discutir “reformas laborales, educativas y el esquema sanitario”; luego la propuesta para un pacto parlamentario que asegure a los gobernadores las cuotas coparticipables. Cuesta decirlo, más a un peronista que militó el kirchnerismo, que cualquier convocatoria de CK por maravillosa que sea, impide por ahora al menos, cualquier debate. Y no es sólo por Cristina, pareciera que abarca a gran parte del arco político que prefiere votar con el Libertario que quedar pegado al Peronismo. El gorilismo es tan fuerte que impide cualquier acuerdo opositor.
Copiando, a su estilo, Guasón más de Joker ahora, convoca al Pacto de Mayo, que previamente requiere un Pacto Legislativo que apruebe su ley y su decreto inconstitucionales. Simple, llana y criminal extorsión. Antes de ejercer la extorsión sobre gobernadores y legisladores los llamó “casta delincuencial enriquecida”.
Dejando de lado al Peronismo, que en su mayoría y fundamentalmente en sus bases está jugado a ser opositor, ¿será que las otras fuerzas políticas tienen la voluntad para parar al desquiciado? o están dispuestos algunos, a pesar de los insultos y agravios, a firmar la posibilidad de que vuelvan las AFJP, o la entrega de los recursos naturales que son de las provincias o la apertura indiscriminada del comercio internacional que terminaría con la industria nacional. Ni hablar de la moneda, el Banco Central y lo fundamental el aumento de la desigualdad.
La bancada Peronista en la Asamblea Legislativa eligió como estrategia mantener el silencio, mantenerse en actitud pasiva ante el agravio, la mentira y el engaño (reguardo la actitud del compañero Francisco Manrique), tal vez era lo adecuado o lo que los tiempos le marcan, no obstante, cuando el Guasón dijo: “la cifra de muertes por Covid debería haber sido 30 mil muertos… de verdad”, el diputado Germán Martínez, presidente del bloque mayoritario, u otro compañero debió hacer algo. Si no se levantaban, al menos gritar “30 mil compañeros detenidos desparecidos presentes” estamos seguros que el resto de los diputados de UxP y algunos más iban a devolver un “ahora y siempre”. La reivindicación directa de la desaparición de personas es una apología del delito y más aún de la dictadura militar. Es inadmisible.
Al Pacto de Mayo debiera oponerse un Pacto Democrático. Hay que trabajarlo, es difícil, especialmente para muchos radicales que miran para otro lado, pero fueron igual o más insultados que el Peronismo. El Guasón con su Pacto está requiriendo gobernabilidad, pero con sumisión. Si le dan la mano les va a comer el brazo. Alguien le armó un discurso estructurado como un hilo de X que era aclamado por un grupo de aplaudidores en actitud tribal y políticamente pagana, mostrado cuidadosamente por la cadena nacional.
El discurso Presidencial celosamente estructurado se rompió cuando el Guasón se retiraba, le pusieron un micrófono y dijo que el Pacto será en Córdoba porque “Conan es cordobés”.
Batman en la historieta es un rico que defiende los intereses del capitalismo, muy lejos de ser un personaje “nacional y popular”; está claro que es un comic que nos viene desde el imperio y adaptamos con humor. No obstante, el concepto payasesco, psicótico y retorcido del Guasón, en un ejercicio imaginativo podemos asimilarlo. Hay que ver si aquellos a los que nuestro Guasón llama “ratas” finalmente demuestran que son “murciélagos”.