40 AÑOS DE LUCHA REPUBLICANA
Estamos ante una crisis sistémica de carácter civilizatoria terminal. Si no transformamos democráticamente este sistema de dominación, este sistema terminará con la vida misma, por lo menos, como la concebimos.
Estamos ante una crisis sistémica de carácter civilizatoria terminal. Si no transformamos democráticamente este sistema de dominación, este sistema terminará con la vida misma, por lo menos, como la concebimos.
Ya hemos entrado en veda electoral, ese momento de reflexión antes de las elecciones que debiera servir para encontrar la racionalidad del acto que ejecutaremos el próximo domingo y que tendrá consecuencias generales y también particulares.
El 17 de octubre de 1945 fue la bisagra política, el acontecimiento más importante desde la Independencia y esto no significa quitar trascendencia a otros hechos políticos que tuvieron gran influencia, pero desde la irrupción del Peronismo ya nada sería igual en nuestro país.
El ideologismo perfecto concluyó en resultados políticos frustrantes. La multiplicidad ideológica es inagotable, el Peronismo trató de concertar el afianzamiento de un pensamiento nacional y un accionar que sirva para el conjunto. Perfeccionar la idea, es dotarla de eficacia para hacerla posible en la práctica.
Las elecciones periódicas y libres son una instancia fundamental en el desarrollo de las democracias porque permiten reconfigurar la política, hacen que el sistema fluya. Son más que un resultado, manifiestan descontento y permiten analizar las complejidades del sistema y sus actores.
No debiera extrañarnos que, tras el fracaso absoluto de la promesa de mayor bienestar y progreso, en el caso actual ya 8 años de gobierno, pero que reflejan los 40 anteriores, se cuestionara el sistema político que lo acompaña.
Apuntes ante una derrota: en política siempre es posible recuperarse si se tiene una buena lectura de la realidad, sin caer en el voluntarismo tentador.
El domingo se elige candidato a presidente para los próximos cuatro años y un modelo de país. La historia no se termina el 13 de agosto, sigue un largo camino a transitar.
En 1948, en coincidencia con la convocatoria a elecciones legislativas nacionales, se votó también para constituyentes. El peronismo obtuvo en la ocasión el 69% de los votos emitidos: así que la nueva constitución pintaba peronista.
Un proceso político como el actual, sólo se construye con una militancia que venza el mensaje de resignación y derrota que los medios intentan instalar sobre la conciencia colectiva, con una conducción que totalice al conjunto del movimiento nacional y popular, convirtiendo en actores a todos los sectores que lo constituyen.