A pocos meses de las elecciones generales en Corrientes, todavía el peronismo no tiene candidatos, básicamente a nada. ¿Y es esto importante? si lo es, pero, no lo definitorio para un partido con el historial del peronismo.
Si miramos la geografía partidaria provincial, podemos ver una vasta dispersión de fuerzas conducidas o seudo conducidas por sus referentes territoriales, y en algunos casos ni siquiera eso. ¿Por qué se llegó a esta dispersión? sería la segunda pregunta, para desde ahí, comenzar a tratar de analizar el porqué de este presente peronista sin conducción y sin proyecto. Y para no cansar y divagar, en cuanto grados de responsabilidad le corresponde a cada uno de los dirigentes del pasado y del presente, solo debería decir que, el peronismo correntino desde hace tiempo perdió su capacidad de construir un proyecto de provincia capaz de ganar la gobernación.
El problema de la unidad tantas veces pedida y explicitada, por propios y extraños no tiene ningún valor real si no se acuerda en un porque de esa unidad y en un proyecto político de medio y largo alcance. Proyecto realmente capaz de acumular poder para transformar esta provincia, con resabios todavía de una economía pauperizada y expulsadora de comprovincianos de menores recursos, es decir transformar en una provincia de esperanza realizable, para todos los ciudadanos.
Las tentativas más cercanas, de alcanzar el sillón de Ferre, en los últimos años, fue cuando existía gobiernos nacionales, como el kirchnerismo que arrastraban con sus proyectos a la mayoría de la población y cuando se planteó un liderazgo local importante.
EL hoy es totalmente diferente, que, si bien hay un gobierno nacional de alianza peronista, el contexto de la pandemia y el internacional (deuda externa) no son favorables, creando importantes incertidumbres en la población general.
Entre nosotros compañeros y compañeras, no alcanza con acuerdos para tal o cual candidatura, si no se sabe para qué se quiere ese cargo, y si no está en función estratégica para la construcción del camino al gobierno provincial.
El debate que necesita el peronismo correntino, y en serio, es que provincia queremos y como se construye poder para llegar a ello. No es la amontonada en cada elección para ver repartir cargos y dejar supuestamente a todos conformes. Lo que debe dejar, a todos conforme es un proyecto estratégico de poder, y grandeza política para saber a hacia dónde vamos y que modelo de provincia queremos.
Y aun así no hay garantías de triunfo, pero si hay certeza de porque se lucha y de porque el esfuerzo de las y los militantes cobra sentido, para no sentirse que solamente se los buscan a los y las compañeras para cada acontecimiento electoral.
La búsqueda del gobierno para una transformación política económica y cultural debe ser explicitada en un programa y militarlo, como estrategia de poder, que quizás no encuentre en estas elecciones el triunfo, pero si seguramente en las próximas.
Con un partido casi inexistente y un movimiento disperso, es un futuro incierto. Pero al menos, entre toda esta crítica situación hay un deber militante; no terminar de rifar lo que aún queda del peronismo y su historia.