Corrientes tiene payé y muchos “pescados gordos”, Ilustres conservadores peinados a la gomina, anclados en la azotea del poder político que nos miran desde arriba. Hace una larga historia que treparon y aplauden de la tribuna, no les preocupa la hambruna y menos tu procedencia, naciste para servirlos por ser peón sin escuela, de lejos miran tú rancho, no te arriman a su querencia. Esta caracterización, nos sitúa ante la realidad política-social de raíz cultural e ideológica que encubre el racismo de impronta colonial a la que continúa sometido un amplio espectro social de Correntinos.
Sin dudas no hay espacio académico para el debate si somos conscientes que “la única verdad es la realidad”, solo corresponde señalar que “los sin tierra” son hoy “villeros” desheredados y expulsados de su propia heredad, son parias desterrados a los que no le dieron un palmo de tierra, le han quitado todo y no tienen donde “caerse muertos”. A modo de referencia histórica, de ésta discriminación más que evidente, debemos decir que en Corrientes no se escuchó “El grito de Alcorta”, exponiendo la protesta de los productores del agro que eran arrendatarios, quienes agobiados de ser explotados porque los más beneficiados de su trabajo de agricultores, eran los dueños o propietarios de la tierra que sacaban “la mayor tajada”, se pusieron en “pie de guerra” contra el monopolio terrateniente, hecho que obligó a la sanción de la “Reforma Agraria” de 1912, que a Corrientes no llegó, aquí todo siguió como era entonces, porque el gobierno en manos de Juan Ramón Vidal respondió que ya había hecho dicha reforma distribuyendo tierras, por lo que Corrientes continuó siendo usufructuada por la elite oligarcocrática que había realizado la “repartija” tomando posesión de los campos en toda la provincia.
Si algún lector tiene alguna objeción al respecto, debo decirles que es lo que me enseñaron en la Facu de Agronomía y Veterinaria, y reproduzco porque aprobé –sin mal no recuerdo- con “Distinguido” la materia de Derecho Agrario, el mismo estudio repetí en abogacía, -soy un técnico de dicha disciplina-, -a todo hay que ponerle un poco de humor-, porque si no es muy amargo redactar la desgracia humana de nuestro prójimo.
“Siglo XX problemático y febril, el que no llora no mama y el que no afana es un gil” Discépolo.
La consecuencia de dicha apropiación y repartija del territorio rural del campo correntino, culmina con el “destierro” de los despojados, que se produce cuando al “poriajhú”, lo expulsan de su rancho nativo, y se ve obligado a emigrar a las ciudades buscando sobrevivir, en el único refugio predestinado para el “marginal” excluido que termina “asilado” en una “Villa de emergencia”, paisaje de la pobreza que en nuestra ciudad de Corrientes capital abunda, solo debemos traspasar las avenidas que nos rodean y se nos revela el desamparo social del sentenciado a cohabitar dentro del entorno surrealista e infrahumano que lo desclasa. Claro está que esta patología cultural -del que me importa- causada por la negligencia política de los que mandan, nos debería avergonzar.
Pero como con la vergüenza no alcanza para paliar la desventura del sujeto con el “destino marcado”, surge la necesidad de rever la conducta de quienes estuvieron y están a cargo de la conducción del Estado Provincial, y deben –quieran o no- asumirse co-responsables de éste “status” conservador del infra-capitalismo denigrante, porque cursando el primer tercio del siglo XXI no han sido capaz de superar el “feudalismo” genético heredado, ni el nepotismo invasivo del “tómala vos, dámela a mí”, “simulando el cambio, para que nada cambie”.
Quien no ha escuchado o leído la frase divulgada por medio de la prensa haciéndonos saber que “Corrientes es todo un País”, -no solo con el propósito de atraer turistas-, también para embaucarnos acicateando el ego correntino, mostrándolo autosuficiente y diferente, éste cliché publicitario, no es ajeno a la experiencia vivida en el pasado, pero en el aquí y ahora, debemos “achicar el pánico”, porque ser más de lo mismo, nos descalifica, y representa una fisura política conceptual inadmisible de nuestra formación que anula la conciencia crítica.
Quienes pretenden que sigamos siendo el “último orejón del tarro” colisionan sus intereses personales con el interés general, pero se las han ingeniado para “apoderarse” de tu decisión cooptando la democracia, porque al momento de las candidaturas, el “candi” debe ser de la banda y tener la “pira piré”, sin no reunís esa condición, no te dejan jugar ni en reserva, con suerte te dejan tocar el bombo en primera fila y aplaudir mezclado entre la “negrada”. Por lo que debemos colegir que nuestra democracia es el “bocatto di cardenale” solo para ricos.
Es “Tiempo de pensar en grande” como lo pedía el General, salir del autismo partidario y superar las ambiciones de los amanuenses que están en nuestras filas y son como las alpargatas, “no tienen lado”, porque, no es cuestión solo decir: “que soportamos 20 años de radicalato conservador” gobernándonos, cuando los “dirigentes” que “lucían nuestra camiseta” se prendieron a esa “teta” fusionados electoralmente.
Todo tiene un límite, en juego está el “SER O NO SER”, y los peronistas a la hora de la VERDAD, “no lloramos sobre la sangre derramada”, pero tenemos la obligación de ser consecuente para que el sacrificio de miles de Compañeros no sea en vano y convocar diciendo: ¡¡¡CORRIENTES TAMBIEN EXISTE!!!