Biden renunció a la posibilidad de la reelección, era un final anunciado. El desastroso desempeño en el debate catalizó los temores de que el mandatario de 81 años es demasiado frágil física y mentalmente no solo para competir con Trump con posibilidades de éxito, sino también para un segundo mandato.
Así las cosas, rompió su tozudez y apoyó a su actual vicepresidenta Kamala Harris para la sucesión en la candidatura Demócrata. Ya fue candidata en su momento otra mujer, Hilary Clinton y no lo logró, pero el caso de Kamala tiene la particularidad no solo del sexo sino también que no es “blanca” es una mestiza hija de una científica india y de un marxista jamaiquino. Resumiendo, la elección de noviembre en EEUU, para suceder a Biden se producirá entre el hombre blanco de 78 años, criado en un entorno privilegiado en Nueva York, frente a la mujer mestiza de 59 años de padres inmigrantes. Si ganara sería la primera mujer en ocupar la presidencia de Estados Unidos, el auténtico cisne negro.
Kamala tiene pasado político, no es poca cosa más allá de su bajo perfil, haber sido vice de Biden en una época de gran conflictividad global. El ascenso de China, la guerra en Ucrania, la injerencia en Gaza apoyando sin tapujos a Benjamín Netanyahu Primer Ministro de Israel. Pero claro no arrancó ahí, anteriormente había sido Fiscal en San Francisco y en California con posicionamientos ambivalentes en aspectos fundamentales. Entre sus antecedentes están amenazar con cárcel a los padres de alumnos que no concurrieran a la escuela, apoyar la pena de muerte, justificar la violencia policial, pidió a los centro americanos que no vayan a EE UU, siendo ella hija de inmigrantes. Esas situaciones llevaron a que muchos la llamaran “Kamala the Cop” (Kamala la policía). Puede que el pueblo norteamericano haya olvidado esas situaciones.
Para su primera Fiscalía recibió apoyo económico de Trump, en algún momento llamó racista a Biden, quién luego la convocó para vice presidenta, cuando muchos demócratas hubiesen preferido a Hilary Clinton, por el lado de Clinton seguramente la que fue Primera dama y candidata a Presidenta no quería estar en segundo plano, por parte de Biden tal vez Hilary le podía hacer sombra. Así Kamala fue la mejor candidata a vice. Atravesó el periodo con muy bajo perfil, pero mucho trabajo, como preparándose para lo que le tocaba, pero sin nunca decirlo. Evitaba los ataques anticipados.
Ya recibió el apoyo explicito de dos matrimonios muy influyentes especialmente entre los demócratas, los Clinton y los Obama. Podría contar con el apoyo de los más jóvenes, de los sectores más progresistas, de afroamericanos y latinos, hay que ver si van a votar en un sistema donde el sufragio no es obligatorio.
Tal vez sea su momento. La teoría del cisne negro es una metáfora que, describe sucesos improbables que ocurren por sorpresa y terminan teniendo un gran impacto y repercusiones. En lo económico suelen ser sucesos malos, en lo político debemos esperar. Hay que ver si el pueblo norteamericano está preparado para tener una Presidenta no blanca.
La disputa entre Republicanos y Demócratasmantiene en vilo a todo el mundo, que sigue paso a paso el proceso electoral de uno de los países más importantes del mundo. La Argentina no es la excepción, muchas son las especulaciones respecto de qué consecuencias tendrá para nuestra economía que gane uno o el otro, pero ¿realmente será tan determinante para nosotros que triunfe el demócrata o sea relecto el republicano? La historia nos muestra que en algunos aspectos nos fue mejor con los demócratas por ejemplo respecto a los DDHH, pero en lo económico no siempre fue así.
Nuestro Presidente claramente se ha inclinado ante Trump, pero si se diera el caso de que ganara Harris dejaría de lado sus prejuicios misóginos y raciales para entregarse a la realidad que la sumisión imperial le indica.
A nuestro Presidente algunos lo quieren comparar a un cisne, pero con todo respeto, creo se parece más a un pato criollo.