Diversas organizaciones auto convocadas, entre las que estaba el Ateneo Liberación, hacedores culturales, sindicatos, legisladores y ciudadanos en general, acompañaron la puesta en valor del Monumento al Comandante General Andrés Artigas y sus Guaraníes de los Pueblos Libres, que se encuentra en la Costanera Sur de la Ciudad de Corrientes.
El complejo escultórico y la zona en la que se encuentra emplazado, mostraban un evidente estado de abandono, no sólo por la falta de iluminación, con los tableros de electricidad destruídos y sin parquizado, sino también por la carencia de mantenimiento de sus esculturas, debido a la falta de atención de parte de la gestión del Intendente Tassano.
La obra artística fue realizada en el año 2014 por la Agrupación Cultura Vallese y la Municipalidad con la contribución de vecinos y vecinas de la ciudad y de las localidades de Mantilla y Santo Tomé. Tiene como figura central a Andresito Guacurarí, una escultura de 17 metros de altura para a que se utilizaron más de 15 toneladas de hierro reciclado y cerca de él, en menor tamaño, las esculturas de los jinetes Vicente Tiraparé, Matías Abucú, el cura Fray José Acevedo, la Melchora, esposa de Andresito y el almirante Pedro Campbell.
El 29 de junio, jornada en el que se efectó la reparación y acondicionamiento, no es una fecha elegida casualmente. Ese mismo día pero del año 1815, Corrientes, bajo el protectorado de José Gervasio Artigas, declaraba su independencia de “todo poder extranjero” junto a La Liga de los Pueblos Libres, integrada por Misiones, Entre Ríos, Santa Fe, Córdoba y la Banda Oriental.
La propuesta de nuestra región, por aquellos años posteriores a la gesta de Mayo de 1810, era una verdadera revolución dentro de la revolución: se proponía un sistema Democrático, Republicano y verdaderamente Federal, con la capital afuera de Buenos Aires para no concentrar el poder político y económico en una sola ciudad. Se planificaba el reparto de tierras -de verdadera vanguardia-, se instaba a la creación de varios puertos y aduanas en el país naciente, para evitar que una sola provincia se apropiara de los recursos y se generase un país centralista, al mismo tiempo que se bregaba por el respeto a las decisiones de los Pueblos Originarios. Dichas propuestas no quedaban en lo declamativo ya que tenían su correlato concreto en la acción.
Todo ello nos lleva a pensar el presente especialmente en ese inmenso río que Andresito contempla, el tema de la Hidrovía, los puertos privados de las multinacionales y los barcos que navegan sin control.
En aquella época se dio un caso inédito hasta el día de hoy; que un guaraní se convirtiera en el único gobernador indígena de toda la historia argentina: se trató de Andrés Guacurarí.
El Monumento, fue emplazado bajo la gestión del compañero Ingeniero Fabián Ríos, en reconocimiento a un trazo de nuestra historia que muchos desean esconder. El abandono al que fue sometido por la actual gestión municipal, es el reflejo de ese intento por seguir ocultando parte de nuestro pasado.
Daniel Cian, Camilo Gómez Montero y Luis Lofeudo, tres de los principales actores de la jornada solidaria, coincidieron en que la actividad permitió echar luz, ante la oscuridad y el olvido, hacia uno de nuestros máximos símboloscomo es Don Andrés Guacurarí, el guerrero que defendió nuestras fronteras del invasor portugués, gobernó las Misiones y la ciudad de Corrientes, adoptado como un hijo por José Artigas. “Soy un verdadero americano” se definía él mismo, consciente de la necesidad de unir y trabajar todos juntos con los hermanos de la Patria Grande Latinoamericana.
“Es el fin de esta jornada en el Monumento a Andresito y sus guaraníes, pero seguiremos trabajando en esta plaza, hasta dejarlo completamente reparado, porque nos resistimos y nos negamos al olvido, porque queremos un mejor presente y un futuro más justo para nuestra querida Provincia” fueron parte de las palabras del documento que se leyó al cierre de la actividad.