El peronismo no es solo una realidad fundada en la genética política por el múltiplo popular de la rebelión sin armas forjado en aquel irrepetible 17 del 45, o la simple idea que deslumbra al intelecto del burgués que conjuga su lógica disparando la racionalidad desde el “bufete” de los ilustrados, homologando la tesis científica del pensamiento elaborado.
Por el contrario, es la impronta revolucionaria que te incluye en sociedad, para que el imperativo de justicia inserto en su predicado sustente la realidad consustanciada a la sabiduría innata del “hombre de la calle” que lo percibe en su intimidad, como bien propio en quien deposita la confianza, para dar respuestas solidarias al desvalido, dotándolo -llegado el caso- con la bravura del guerrero, en defensa del derecho y los valores culturales que revalidan la justicia social preservando su existencia, que el sistema “demoliberal burgués” -implacable con los pobresintentó desconocer para “exiliarlos” en la marginalidad.
Por lo tanto, es inútil gastar eufemismos grandilocuentes para definirlo: Es cosa nuestra, patrimonio nacional, que pertenece al Pueblo, instalado en la centralidad del pensamiento político de “los descamisados”, trabajadores y mujeres que ganaron la calle y se hicieron multitud para pedir la liberación del prisionero. Esa generación de visionarios, marcaron el devenir de la conciencia social proyectando el “cambio de época” y la instauración de nuevos derechos socio-políticos irreversibles, que mantienen plena vigencia, porque sus hacedores y las nuevas generaciones no han renunciado a su legado.
No olvidemos que: “Todos debemos ser artífices del destino común, pero ninguno instrumento de la ambición de nadie”, General Juan Domingo Perón.
A partir del hecho político fundacional del Peronismo, el plano de la disputa tomó relevancia, habida cuenta que en 1946 “a voto limpio” derrotó a los mecenas políticos “contrainsurgentes” del sistema demoliberal burgues, abroquelados en la “Unión Democrática” que hoy sin cambiar “la camiseta ideológica”, pretenden salir a la palestra con la “pelota pinchada” con intención de participar en el “juego” democrático, ambicionando recuperar protagonismo diagramando la estrategia opositora, que se presenta devaluada, porque son los mismos “bandeirantes” políticos PRO-xenetas destituidos por el voto popular, reciclados y entremezclados con la derecha cavernaria que clava el odio de clase sin remordimientos con solo ver tu vestimenta, la misma “troupe” que aprovecha la ocasión para “llevarse puesto el santo y la limosna, vaciando las arcas del Estado con total impunidad, provocando la “estampida cambiaria” programada por sus socios financistas, que posteriormente “se borran”, dejándote “él muerto” -que no es Lázaro- para que te hagas cargo de resucitar. El contrapeso histórico del Proyecto Nacional. Son verdaderos farsantes, que desde el 55 a la fecha, echaron mano a cuanto ardí estuvo a su alcance para desestabilizar y ser gestores ideólogos de los “golpes de Estado” y mano de obra ejecutora nefasta en los gobiernos de facto, “mala praxis” que se sostuvo a “filo de espada”, hasta que se produjo el “milagro” en tiempo de democracia, apoyados en su artillería mediática para concretar su obra cumbre: “La gran Mauricio”. Fábula mesiánica que le permitió al “tilingo” en cuatro años destruirnos, dejando a su paso tierra arrasada y los despojó del patrimonio común de testimonio, no sin antes “meter la mano en la lata”, fugar divisas, “amancebar” la justicia convirtiéndola en marioneta de placer y venganza, sometida a su antojo cuantas veces necesito saciar su libido política quebrando institucionalmente la República, y como si nada, ante el advenimiento del nuevo gobierno, él y sus secuaces, subidos a la cumbre del fariseísmo impune, muestran que no han perdido sus viejas mañas porque continúan usando el lanzallamas del odio político para confrontar al Presidente, que “guarda en su retina” la imagen de Néstor y el “Pas de deux” de Kristina, cuando decidió sacar de la manga estratégica con intuición de conductora “el macho bravo” tirándolo al ruedo político, para que la voluntad popular ponga un Peronista con “el bastón de mariscal” a reconstruir la Patria.
Está visto que nuestro referente nacional a cargo de la Presidencia, no es un “che pibe” “diente de leche” que se come cualquier amague, lo demuestra soportando a pie firme la presión de los “pool que comercian la cosecha”, que son “ventrílocuos” financieros del capitalismo virtual de doble discurso, que sabotean la economía nacional.
Válgame Dios cuando “al Alberto” se le termine el “agua bendita” de la tolerancia, y de por finalizada las tertulias donde se intenta conciliar intereses contrapuestos entre los que legítimamente son del Pueblo y la avaricia cuentapropista de los sectores oligofrénicos del capitalismo descastado, a los que poco les importa acordar “con los de abajo” para alcanzar la Unidad Nacional, que es el presupuesto político estratégico que nos permitirá superar la situación de QUIEBRA PATRIMONIAL DEL ESTADO NACIONAL producida por el “macri-cretinismo” neoliberal y sus socios encartados en el proyecto de la DEPENDENCIA.
Estamos advertidos por el General y el antecedente histórico, que para destrabar el cerrojo, salir de la incertidumbre política y rescatar nuestra soberanía económica, es imperativo “volver a la fuente” con el “overol” puesto, porque a: “Esto lo arreglamos entre todos los argentinos o no lo arregla nadie”.
El Presidente lo sabe, porque es “astilla del mismo palo”.