SEÑALES QUE NO VIMOS O NO QUISIMOS VER
Apuntes ante una derrota: en política siempre es posible recuperarse si se tiene una buena lectura de la realidad, sin caer en el voluntarismo tentador.
Apuntes ante una derrota: en política siempre es posible recuperarse si se tiene una buena lectura de la realidad, sin caer en el voluntarismo tentador.
El domingo se elige candidato a presidente para los próximos cuatro años y un modelo de país. La historia no se termina el 13 de agosto, sigue un largo camino a transitar.
Las certezas intelectuales, si es que existen, pueden sólo interpretar los acontecimientos en curso. Pero tanto en la vida como en la política, los sueños son construcciones colectivas.
Consolidar la política nacional como herramienta para la integración regional y latinoamericana al mundo
(Primera parte)
La soberanía nacional es el eje de la reconstrucción de la identidad y la memoria colectiva de nuestro pueblo, porque es la herramienta necesaria para desplegar las demandas de la hora actual.
Vivimos en una sociedad donde la desigualdad económica se traduce en desigualdad política y en esa ecuación simple es donde naufraga la democracia.
La historia nos muestra el permanente divorcio de las miradas entre la mayoría del Pueblo y los acontecimientos políticos que forman parte de la vida cotidiana de quienes integran sus espacios.
Un proceso político como el actual, sólo se construye con una militancia que venza el mensaje de resignación y derrota que los medios intentan instalar sobre la conciencia colectiva, con una conducción que totalice al conjunto del movimiento nacional y popular, convirtiendo en actores a todos los sectores que lo constituyen.
El desafío exige unidad para desarrollar un programa alternativo que apunte a la inclusión, la justicia social, la soberanía económica, la libertad, la posibilidad de participar y elegir, la tolerancia y el respeto. Se necesitan visiones inspiradoras, porque ya no se admiten más fracasos, la responsabilidad es demasiado grande. Ese es el contenido.
Estados Unidos, Gran Bretaña, Italia, Francia, Alemania, Japón y Canadá ya no son representativos de la economía global y su hegemonía internacional se ve cuestionada por China y un núcleo cada vez mayor de países emergentes.