En el país más vertiginoso del planeta las cosas suceden con increíble velocidad. El debate ya fue, lo analizaron especialistas en estos temas, es decir 47 millones de personas, un poco menos tal vez sacando a los niños, pensaba excluir a los desinteresados, pero en realidad opinamos todos, hasta los desinteresados. La que dejó fue unánime en cuanto al resultado del debate, hubo un solo candidato contra un sparring de categoría menor. Ya no queda nada de tiempo como para producir hechos que hagan cambiar el posicionamiento electoral, que la “gente” ya decidió. ¿será? Aquí puede suceder cualquier cosa hasta en el último minuto, fake news, carpetazos y hasta que tiren algún muerto por ahí (esperemos que no).
El oscuro “pacto de Acassuso”, no sólo porque era de noche tarde (entre gallos y medianoche) donde Macri oficiando de anfitrión termina siendo reconocido como el jefe de la derecha más recalcitrante, fascista y negacioncita parece estar funcionando. Milei está en carrera, aunque parece tambalearse. Para algunos por convicción, otros por temor a lo que el Padrino Calabrés puede develar lo que guarda en sus archivos, funciona como amenaza. No es sorpresa que Bullrich lo haya hecho, pero lo de algunos radicales es inentendible, defendieron la democracia con Alfonsín y hoy están aliados a los golpistas, es más, a genocidas. No les pedimos coherencia, parece imposible, solo resignación ante la derrota sino la historia los destrozará. En realidad, a los que se expresan por Milei y que alguna vez se llamaron progres o socialdemócratas, lo mejor que les puede pasar es que Milei pierda, entonces las actitudes traicioneras, complacientes, negacionistas en fin, antidemocráticas, puedan quedar en el olvido mediato en el país de las altas velocidades, más no serán olvidadas ni mucho menos perdonadas.
Ya casi no tiene sentido hablar de si están de acuerdo con la venta de órganos, del mercado de bebés o dinamitar el Banco Central y tantas otras pavadas propuestas. Desde la humildad del ciudadano les preguntamos, ¿se volvieron cómplices del genocidio dictatorial, no sólo de Argentina sino del mundo? ¿Trump es el aliado? ¿Bolsonaro en Brasil? ¿creen en la supremacía blanca? ¿son aliados de Vox en España? Podríamos avanzar con los interrogantes, pero con esto se entiende claramente a dónde vamos.
Cuando optaron por Milei se convirtieron en neo reaccionarios que separan la Libertad de la Democracia, como si ello fuera posible. El líder que adoptaron para reemplazar a Alfonsín nunca habla de democracia, la negación es ostensible no oculta su desprecio. El Estado democrático para su nuevo mentor es un “pedófilo en un jardín de infantes” y la dictadura del 76 al 83 juzgada en el juicio promovido por el presidente Alfonsín -que mató, torturó desapareció y violó- solo cometió excesos. Strassera, el Fiscal radical que tanto nombran y admiran los convocó a “fundar una paz basada no en el olvido, sino en la memoria, no en la violencia, sino en la justicia”.
Al aliarse a Milei se volvieron en sujetos ajenos a la cultura democrática y a todos los acontecimientos que marcaron la larga transición democrática argentina, justo cuando se conmemora su 40 aniversario. Con las reglas democráticas superamos las híper, los carapintadas, se hicieron los juicios, se derogaron las leyes de impunidad, volvimos al cauce cuando parecía que se desviaba y ahora atentan contra la democracia en proceso electoral.
La construcción política a la que se suman, aparentemente sin condicionamientos, que prefiere la Mafia al Estado, que admira a Al Capone y detesta al Papa Francisco, convengamos que es un amontonamiento caótico que no suma, lleno de oportunistas, políticos de “casta” con escasa moral y nula experiencia, libertarios ventajistas, militares condenados por delitos de lesa humanidad. Todo ello y mucho más, preludia una dispersión si Milei pierde y, lo realmente grave e impensable, un escenario inéditamente incierto si gana.
El oficialismo de la provincia de Corrientes demoró un poco en expedirse, aunque era un secreto a voces que el Gobernador Valdés y sus adláteres se inclinarían por el “anarco libertario”, la neutralidad declamada se transformó en militancia activa. Al momento del debate sucedió lo inentendible, mientras más de la mitad del país miraba, el Gobernador estaba en un partido de futbol de divisiones inferiores, desinterés o crónica de un final anunciado. Los jóvenes radicales, por lo menos Franja Morada, les dijo NO. Ricardo Colombi que en principio se había manifestado por Massa, hoy permanece en silencio. El sabrá, recordémosle que fue gobernador secundado por Peronistas y no le fue para nada mal.
Compensar psicológicamente el antiperonismo no merece, ante el fracaso electoral propio, subirse a la montaña y arrojarse al vacio sin paracaídas y sin red. Siendo joven en algún discurso escuché al dirigente radical Ricardo Balbín recitar a Almafuerte, finalmente decía ¡Todos los incurables tienen cura cinco segundos antes de su muerte!