La historiografía oficial de la derecha intenta adueñarse de la memoria pretendiendo borrar o cambiar el significado de los hechos, por eso haremos un repaso de sucesos en el afán de articular históricamente lo pasado y la necesidad de discutirlo con la visión puesta en el porvenir. La idea es servir de disparador para el lector si le interesa pueda investigarlos, finalmente nos detendremos en un acontecimiento ocurrido en Corrientes.
El 1º de mayo se conmemora el Día Internacional de los Trabajadores y las Trabajadoras, en honor a los “Mártires de Chicago”, un grupo de obreros sindicalizados que fueron ejecutados en 1886 en los Estados Unidos mientras reclamaban la reducción de la jornada laboral. La huelga se organizó para exigir 8 horas, ya que en ese entonces trabajaban hasta 16 y no había estatutos ni leyes que los protegieran, por lo que sus derechos eran vulnerados de forma recurrente.
La protesta comenzó precisamente un 1 de mayo con una huelga de obreros que cambiaría la historia de las y los trabajadores de todo el mundo.
El 1° de mayo también es el Día de la Constitución Nacional, en conmemoración de su sanción en 1853 en la ciudad de Santa Fe, establecido por ley del congreso de la Nación en diciembre de 2003. La norma destaca la necesidad de enseñar a respetarla e impone al Ministerio de Educación que en los establecimientos escolares se recuerde especialmente lo referido a los derechos y garantías de las y los ciudadanos.
¡Hunden al Belgrano! Como consecuencia del ataque de un submarino nuclear británico, el domingo 2 de mayo de 1982 se produjo el hundimiento del ARA General Belgrano, durante las acciones de la Guerra de las Malvinas. 770 marineros sobrevivieron, pero el hecho causó la muerte de otros 323 jóvenes argentinos, casi la mitad de todas las bajas sufridas a lo largo del conflicto por parte de nuestro país. Esto generó una fuerte polémica al haberse producido el ataque fuera del área de exclusión establecida por el mismo gobierno británico, alrededor de las islas y con un arma impulsada por energía nuclear. Es el único caso de un barco hundido en guerra por un submarino nuclear.
Los símbolos nacionales dan sentido de pertenencia, nos identifican, nos unen en las diferencias. Usarlos y significarlos es parte fundamental de la construcción de una identidad, de formar parte de un territorio, un Estado o una Nación: el Himno Nacional aprobado por la Asamblea del año 13 en la sesión del 11 de mayo, cuando López y Planes da a conocer su obra y obtiene la aprobación unánime. El 18 el día de la Escarapela. Estas fechas pueden ser usadas como un disparador para abordar y profundizar acerca de la importancia del reconocimiento del otro formando parte de un mismo grupo, el valor del respeto a las diferencias, revitalizando el respeto por la patria y nuestra historia en común.
“La revolución que nos hizo libres” (Felipe Pigna). ¿Qué hacer cuando la legítima autoridad desaparece, las instituciones pierden validez y se cuestiona a quienes ejercen el poder? Estos cuestionamientos se plantearon, en vísperas del año 1810, los grupos políticos y de opinión de aquella época que el 25 de mayo destituyeron al virrey Baltasar Hidalgo de Cisneros y se lo reemplazó por la Primera Junta de gobierno patrio, caminábamos hacia la independencia.
29 de mayo Día del Cordobazo y de las luchas populares, establecido en Córdoba pero que debiera ampliarse a todo el país, puede ofrecernos una oportunidad para reconocernos como actores de una historia que construimos activamente en cada decisión y acto. El Cordobazo es, en su dimensión material y simbólica, un hecho emblemático de una época que ha perdurado en la memoria colectiva y se identifica como un hito en el proceso de visibilización de prácticas asociadas a las luchas populares. Los tiempos de El Cordobazo representan un verdadero cambio cultural en nuestro país, en Latinoamérica y en el mundo; cambio cultural que debería recuperarse en las escuelas al menos en dos dimensiones: la histórica y la política.
“La imaginación al poder” o “prohibido prohibir”. El Cordobazo fue para nosotros como para los franceses lo fue la entrada de la policía en la Sorbona el 3 de mayo de 1968 para desalojar a unos 300 estudiantes, reunidos para protestar contra el cierre de otra universidad, fue la chispa que prendió el movimiento que sacudió a la sociedad francesa y recorrió otros continentes. Era la rebelión contra el orden establecido. Rápidamente apagada la llama en Francia, quedó como algo de “moda” del que se recuerda recurrentemente a su pensador Jean Paul Sartre.
El “correntinazo”
El 15 de mayo de 1969 cae asesinado por las fuerzas de seguridad de Corrientes Juan José Cabral, un joven de 22 años, estudiante de cuarto año de medicina de la Universidad Nacional del Nordeste (UNNE). El hecho se produce en el marco de la lucha que llevan a cabo los estudiantes de Corrientes contra las medidas tomadas por el rector/interventor Walker (colocado en el cargo por el dictador Onganía), especialmente el cierre del comedor universitario. Gobernaba Corrientes un interventor militar Garay Sánchez.
El rectorado decidió la privatización del comedor y un exponencial encarecimiento del ticket con una gran decadencia del servicio. El “negocio” favorecía a Alejandro Solari Ballesteros, dirigente del Partido Autonomista y que fue legislador varias veces, miembro de la oligarquía terrateniente correntina. La medida ponía en riesgo la continuidad de amplias capas del estudiantado, el comedor universitario resultaba un punto de encuentro muy importante para los estudiantes, tanto los que vivían en dichas ciudades como para quienes llegaron para iniciar una carrera. Además de, obviamente, brindar el fundamental servicio de la alimentación. La lucha estudiantil floreció. Otros sectores de la sociedad local se vieron identificados con la lucha estudiantil con la cual venían colaborando, por ejemplo, la CGT, donde pasó a funcionar un comedor universitario. En este proceso el movimiento estudiantil cobró vitalidad, se unificó en Coordinadoras por facultad y estableció alianzas cada vez más sólidas y amplias. Con estas primeras acciones, los estudiantes correntinos se sumaron al proceso de movilización que ya sucedían en otras universidades.
El 13 de mayo, la Policía del Chaco disuelve una asamblea masiva dentro del predio de la Universidad en Resistencia. En respuesta, los gremios docentes y las organizaciones estudiantiles convocan a una movilización para el 15 en la ciudad de Corrientes. Ese día, producto de la brutal represión, varios estudiantes son heridos y cae muerto Juan José Cabral. Tras este asesinato las acciones de lucha callejera aumentaron significativamente constituyendo el hecho popular “Correntinazo”.
En los días siguientes la lucha estudiantil estallará en la provincia de Santa Fe dando lugar al primer Rosariazo. Estos acontecimientos abrieron una nueva época para el movimiento estudiantil nacional al que se unirá el movimiento obrero. El Cordobazo, a fines de mayo, marcará el comienzo de una nueva etapa de ascenso de masas en la Argentina. La muerte de Cabral siempre se vincula a la de Santiago Pampillon tres años antes en Córdoba, o las ocurridas unos días después en Rosario Luis Bello y Adolfo Blanco. El asesinato de Juan José Cabral permanece impune.