La siguiente es una “perlita” del informe (staff report) publicado el 7/10/2022 por el Fondo Monetario Internacional, aprobando el desempeño de Argentina del 2do. y 3er. trimestre de este año, en el marco del acuerdo de facilidades extendidas suscripto en marzo pasado. El escrito contiene, como es habitual, compromisos (nuestros) para más adelante, una descripción de la situación económica presente del país, y estimaciones respecto de su evolución en los próximos años. En la página número 18 de la publicación completa de 109 páginas, luego de advertir que el gasto en jubilaciones y pensiones va a aumentar en el mediano plazo, el FMI dice textualmente (aunque en inglés, of course):
“Un estudio liderado por el Ministerio de Trabajo está siendo realizado para identificar opciones de reforma para comenzar a fortalecer la equidad y sustentabilidad financiera del sistema.” Más adelante, en la página 74/109, el anexo a la Carta de Intención del gobierno argentino agrega que tal estudio es realizado por el Ministerio de Trabajo con la Universidad de Buenos Aires, y que intenta fortalecer la equidad y sustentabilidad del sistema “mientras se reduce su pronunciada fragmentación”. No hay más alusiones al tema en todo el reporte.
En primer lugar, vale aclarar que el sistema jubilatorio ya es equitativo, porque da a cada jubilado en proporción a lo que aportó en los últimos 10 años, y por otra parte, el FMI no suele preocuparse mucho por la equidad. Sí lo hace, a no dudarlo, por la sustentabilidad financiera porque, como dice el mismo informe, las jubilaciones y pensiones representan entre el 35 y el 40% del gasto total, y van a crecer en el mediano plazo. A todas luces, ése es el verdadero objetivo de la pretendida reforma.
En segundo término, una reforma del sistema jubilatorio no estaba contemplada en el acuerdo de marzo. Vale decir, que esto se introduce por la ventana, porque dicho convenio no lo prevé, y por ende, Argentina NO ESTÁ OBLIGADA a hacer ninguna reforma jubilatoria en el marco del acuerdo firmado por 10 años en marzo pasado.
Parece necesario, entonces, que el gobierno explique de qué manera piensa lograr la mentada sustentabilidad financiera, porque la misma puede alcanzarse de dos formas: aumentando los ingresos, o bajando las erogaciones. Ya sabemos, por larga experiencia, que el FMI, impregnado de neoliberalismo desde hace décadas, prefiere la segunda; pero ella implicaría, obviamente, REDUCIR LAS JUBILACIONES Y PENSIONES.
El estudio en cuestión tiene una fecha de entrega comprometida: fin de diciembre de 2022. Ya.
El pueblo debería saber de qué se trata; la CGT debiera preguntarlo en voz bien alta, el periodismo debería inquirir, algún titular de algún diario nacional debiera consignar la noticia, pero de eso, como de tantas cosas importantes, no se habla. El periodismo –salvo honrosas excepciones- se lo pasa hablando de la próxima elección presidencial, faltando todavía un año; y la CGT está preocupada por tener su lugar en las listas de candidatos. Patético. –
(*) Licenciado en Economía- UBA