El Instituto Correntino del Agua (ICAA) presentó ante la Justicia un estudio de impacto ambiental inconsistente, con generalidades y sin su correspondiente audiencia pública, habilitando la construcción de un shopping de tres pisos de altura, sobre el valle de inundación del río Paraná en la playa pública Arazatí, señalando que no generaría ningún tipo de impacto ambiental, paisajístico y visual sobre el lugar.
Un estudio de impacto ambiental firmado por el arquitecto Mario Rubén Berent fue presentado por el Instituto Correntino del Agua (ICAA) ante la Cámara Civil y Comercial Sala I en la Ciudad de Corrientes (Expte. Nro. 5204/ 20).
Esta información -a la que pudimos acceder desde nuestra Asamblea de Defensores del Espacio Público Costero de Corrientes- es de total desconocimiento para la ciudadanía. Llama la atención el silencio absoluto que impera sobre este asunto en un espacio público, estratégico y simbólico para los correntinos.
Entre otras cuestiones, el documento firmado por el Arquitecto Berent, define a la playa Arazatí como “suelo vacante”, olvidando que se trata de un espacio público y que además, fue refulada y llevada adelante con fondos de todos los argentinos, un detalle nada menor…
Otra cuestión que llama poderosamente la atención es que el informe considera saldada la participación ciudadana con respecto a este asunto a partir de la realización del 1er. Congreso de Playas y Espacios Públicos que, justamente realizamos y llevamos adelante los Defensores de los Espacios Públicos de Corrientes, de forma totalmente independiente, donde ni la municipalidad ni los empresarios privados, que pretenden construir el shopping, estuvieron presentes… Llamativo. Con el agravante de que, justamente en ese Congreso -al que asistieron y en el que expusieron destacados especialistas de todo el país- la conclusión fue contundente: la total oposición a la construcción de un Shopping a pocos metros del cauce río Paraná.
Cabe remarcar, que la pretensión de construir un shopping en la Playa Arazatí no se trata de un hecho aislado. También, en total silencio y con la complicidad de la Municipalidad de la Ciudad de Corrientes, se continúa avanzando con rellenos de concreto y tierra, como hace meses, sin cartelería de obra alguna, en la desembocadura del Arroyo Limita (avenida Romero y Costanera) y se han establecido boliches de cemento también sobre la playa pública, aprovechando la bajante histórica del Paraná.
El informe tampoco realiza estudio alguno sobre la circulación de vehículos, ni sobre los impactos ambientales e hídricos que la construcción tendría en las próximas crecientes del río.
Volvemos a alertar sobre estos peligros y a informar a la ciudadanía ante un avasallamiento permanente sobre nuestros terrenos públicos ribereños que correspondería que fueran utilizados para el disfrute de todos. –