“He llorado mucho en la vida. No sólo porque uno haya sufrido mucho, sino porque hay otras personas que están sufriendo muchísimo en todo el mundo.” Rigoberta Menchú
Esta columna ya expuso en notas anteriores sobre la impericia y el irresponsable manejo de la política exterior llevada adelante por el gobierno de J. Milei junto a la canciller Diana Mondino en estos primeros 120 días, o ¿será lo que pretenden que creamos?
Prácticamente en todos los ámbitos se habla de la personalidad del presidente que oscilan desde sus delirios, la comunicación con su perro muerto, a creerse ser el elegido. Al margen sueña con ser un fuerte aliado de Washington, la diferencia es que EEUU no es un sueño, está vivo y siempre alerta a todo lo que le puede ser útil a sus intereses. Esta nueva oportunidad no la van a desaprovechar, tampoco lo hicieron con las juntas militares y con Fortunato Galtieri, Menem y Macri, no es casual que coloquen títeres al frente de los gobiernos de la región. Pareciera que para Argentina encontraron el apropiado para llevar adelante el experimento ultraliberal anarcocapitalista que se comporta como un CEO trabajando para las megacorporaciones económicas a cargo de otra (nuestro País) a la cual hay que rematarla. Desde que asumió la presidencia todas las decisiones que tomó fueron contrarias a los intereses de la nación.
Obviamente los verdaderos dueños de los poderes supranacionales (Elon Musk) y los países centrales (la Alianza Atlántica) y tantos otros, no van a dejar pasar “la gran Barata con las Ofertas de Ocasión”. De hecho les cayó como “peludo de regalo”, ya que se están quedando con casi todos nuestros recursos por migajas, por ahora con las promesas de futuros créditos, que de hecho serán impagables con el plan económico que propone Javier y van por más con poco o ningún esfuerzo, les alcanza con estimular el gran ego del presidente, lo endulzan con un terrón de azúcar y con mimos con los cuales estimulan su arrogante personalidad desde el mismo momento que descubrieron que era el pusilánime perfecto para el cargo que se satisface con aplausos cuando es colocado sobre atriles fabricados en escenarios armados por sus mismos patrones estadounidenses-británicos. Nada nuevo bajo el sol, esto ya ocurrió en épocas pasadas con Carlos Menem (Recordar el memorable aplauso de varios minutos que recibió al ingresar al salón del Congreso de EEUU el 14 de noviembre de 1991).
Es inconcebible que haya puesto de rodillas a nuestra nación frente a EEUU, sus aliados, Israel y el Reino Unido, favorecido aún por una maravillosa tarea de comunicación cognitiva que logró abstraer y anestesiar a la mayoría del pueblo que fue quien lo voto. ¿Por qué lo hace? podríamos pensar que lo hace por varios motivos que pueden ir desde el resentimiento, agorafobia, capricho, por convicción, por su propia personalidad psicopática, o bien por un combo de todo, lo cierto es que lo hace disfrutando y festejando el sufrimiento del pueblo, los motivos pasan a ocupar un segundo plano.
A nadie escapa que el plan económico desbarrancó en los primeros 4 meses de su gestión, para la mayoría. Para el sector minoritario oligárquico formador de precio se vio muy beneficiados dolarizando los productos, incluso más caros que lo que se paga en otros países. Para el sector mayoritario, los salarios están a la baja y en pesos con una importante pérdida del valor adquisitivo, muy lejos les quedó a los que creyeron que iban a cobrar en dólares igual que en EEUU. Esto profundiza la desigualdad y se acelera el tobogán, la clase media es cada vez más pobre, pobres pasan a ser indigentes y los que eran indigentes “dios se apiade de ellos”. Mientras una pequeña minoría, los ricos se vuelven cada vez más ricos y son beneficios por el gobierno. Un ejemplo es Galperín, Mercado Libre, que recibe más de 100 millones de dólares por subsidios impositivos del Estado nacional.
En estos primeros 4 meses de gobierno Javier Milei trepó la inflación a casi 100 %, con una fenomenal caída de la producción y la inversión privada, el consumo se halla en caída libre, las jubilaciones y los salarios sufren un deterioro mayor a lo sufrido en el 2001, los sueldos actuales son los más bajos en 20 años. Esto provoca gran incremento de la pobreza, indigencia y hambre, situación imperdonable a este gobierno, ya que, siendo productores de alimentos para más 500 millones de personas, en nuestro país sale más caro la comida que en países que ganan en euros o dólares. Los granos y sus derivados, ni hablar de la carne y mucho menos de los pescados pasaron de ser elementos de primera necesidad a elementos de lujo.
Por lo que se aprecia, Milei tiene como objetivo mejorar el balance del Banco Central y aumentar las reservas de dólares. Por un lado, adquiriéndolos con pesos producidos por la maquinita que emite sin parar (dijo que el peso no puede valer “ni excremento”) y por otro, con créditos que puedan provenir de alguna fuente de financiamiento internacional. No figura en su concepción el desarrollo y la producción nacional, por el contrario, hace todo lo posible para que tiendan a contraerse y fundirse de ser necesario. Esto deja a un sin números de compatriotas desempleados, en la calle. Esta rueda negativa afecta a todos por igual “salvo a la elite oligárquica”, provoca la caída del consumo, de las ventas de un sin fin de rubros cuyos propietarios se incorporarán inexorablemente a la movilidad social descendente.
Obviamente alguien se va a tener que hacer cargo en algún momento de este desastre, como ocurrió luego del 10 de diciembre de 1983, del 25 de mayo del 2003, y últimamente después del 10 de diciembre del 2019, “el estado nacional” como siempre lo hace luego de todas las administraciones neoliberales.
Esta historia ya la hemos visto durante los gobiernos neoliberales subordinados a la Unión Atlántica, el de la última Dictadura Militar, Carlos Menem, Mauricio Macri, gobiernos que han tomado créditos multimillonarios de cuantos usureros internacionales ofrecían sin importar cómo serían devueltos. Lo grave es que el pueblo todavía desconoce dónde fueron a parar esos fondos, a la inversión para el desarrollo nacional no fueron, lo que sí sabemos es que los estamos pagando entre todos. Estamos viendo la misma película, con el mismo triste final eso sí, hoy mucho más rápida que las veces anteriores, más evolucionada, mudó del blanco y negro a color y con distintos actores, pero al final todas las escenas se repiten, las de los actores locales y extranjeros, por desgracia nuevamente los actores son el propio pueblo.
La lucha se plantea entre Corporaciones o Democracia, Patria o Colonia, Libres o Dominados, como siempre la decisión es del pueblo de la Nación.
*Ex. Soldado Combatiente de Malvinas- Frente Soberano. Resistencia Chaco