Hace un año cuando terminaba el 2019, nunca imaginamos lo que iba a ser el 2020. Durante éste año los argentinos y las argentinas hemos hecho un esfuerzo inédito en nuestra historia. Logramos lo que creíamos imposible, construimos y equipamos hospitales en tiempo record, aumentamos las camas en terapias intensivas en todo el país. Nuestras industrias se reinventaron para satisfacer las necesidades del sistema de salud y de nuestra gente, construimos respiradores desarrollamos test para detectar el virus, nos organizamos para que a nadie le falte un plato de comida en su mesa y aseguramos que cada compatriota pudiera atenderse en el sistema de salud.
Hoy además tenemos la tan esperada vacuna. Gracias al trabajo de todos y todas hoy nuestro país es uno de los primeros que empezó a inmunizar a su población. Ese es un logro colectivo. En este tiempo también recuperamos el rol de la Argentina en el concierto internacional. Estuvimos en el G20 y allí fijamos nuestras propias posiciones. Reclamamos vacunas para todo el mundo y pedimos el fin de los bloqueos en medio de la pandemia.
También trabajamos para preservar la democracia en América Latina y con Evo Morales dimos un ejemplo al mundo que le permitió a Bolivia recuperar sus instituciones. En reuniones bilaterales con líderes mundiales fijamos nuestra posición respecto al endeudamiento insostenible al que había sido sometido nuestro país. Un endeudamiento que condicionaba enormemente nuestro futuro. Defendimos nuestras convicciones, defendimos nuestra soberanía. Buscamos que nuestros acreedores y los organismos multilaterales entendieran la situación en que estábamos, y lo logramos. Conseguimos reestructurar parte de esa deuda y pudimos destinar esos recursos atender a los más vulnerables y a reconstruir nuestro sistema productivo, lo que más necesitamos para que nuestro país crezca. Todo esto lo logramos de un solo modo Unidos. El Estado y el sector privado. El presidente, con los gobernadores y los intendentes. Los trabajadores y los empresarios. Los docentes y los alumnos, los padres y las madres, los hijos y las hijas, los abuelos y las abuelas. Todos cada uno hizo su parte y gracias a ese compromiso logramos reducir el impacto del virus y las consecuencias que habíamos estimado que ese virus traería cuando todo comenzaba.
Lo hicimos también gracias al gran trabajo y al enorme esfuerzo que ha hecho el personal de la salud de nuestro país. A ellos toda mi gratitud a cada médico a cada médica, a cada enfermero y a cada enfermera, a cada terapista, a todos los profesionales del sistema de salud sea público o privado. Todos pusieron el cuerpo por sus compatriotas en esta pandemia. Muchos, incluso, dejaron su vida en esta tarea. Con ellos estaremos eternamente agradecidos.
Conocemos también el efecto económico que la pandemia produjo. A todos no dolió ver a millones de argentinos que no podían ir a sus trabajos. Nos dolieron las persianas bajas de los comercios, las fabricas sin funcionar, las escuelas cerradas. Conocemos esa realidad y siempre la tuvimos presente. Por eso desde el Estado hicimos lo imposible para mitigar ese impacto en los bolsillos y en la vida.
Pero no es mi intención ahora enumerar esa ayuda, ustedes La conocen y muchos, muchísimos la recibieron y aún la reciben. Hoy es tiempo de hablar del mañana de ese país que ya comenzamos a reconstruir y al que le espera un 2021 de enormes oportunidades. Y nosotros tenemos ahora un desafío, que esa unidad que tanto nos permitió lograr este año, se convierta en motor de la reconstrucción del país en el año que está por comenzar.
Gracias de verdad, gracias por haberse cuidado y por seguir haciéndolo. Ahora tenemos la vacuna pero la pandemia no termino y debemos seguir cuidándonos y así podemos dedicarnos hacer lo que mejor sabemos hacer, levantarnos y reconstruir el país. Ahora sabemos de qué somos capaces cuando estamos unidos y trabajamos juntos. Por eso invito a todos a que esta noche reflexionemos sobre esa argentina que debemos construir entre todos y todas. Una Argentina donde cada argentina y cada argentino tenga la posibilidad de desarrollarse en el lugar donde elije vivir y allí tenga la salud, la educación el trabajo y la dignidad que merece, esa es la normalidad que debemos alcanzar. Ese es el país que nos debemos y que tenemos que construir Unidos Sin dudarlo. Feliz Año Nuevo para todos y todas.!!!!