El 3 de julio era una tarde fría en la ciudad de Buenos Aires, cuando un grupo de gais, lesbianas y travestis salieron de calle Paraná 157 hacia Plaza de Mayo. Muchos llevaban máscaras por temor a ser identificados y perder su trabajo, otros se las sacaron al rato, pero los que caminaban al frente, animando con un megáfono –como Carlos Jauregui, por ejemplo– iban a cara descubierta. Este pequeño acto lleno de valentía fue la punta de lanza para que hoy haya carrozas con algunas personas semidesnudas desfilando por muchas ciudades de la Argentina, sin temor y sin vergüenza de mostrar quienes son.
Todo esto no hubiese sido posible sin el antecedente de lucha de aquellos militantes e intelectuales de mediados de los sesenta y principios de los setenta. Entre otros, el “Grupo Nuestro Mundo”, creado por Héctor Anabitarte y el “Frente de Liberación Homosexual”, conformado por varias organizaciones más chicas, pero con nombres imponentes, como Néstor Perlongher y Manuel Puig. Ellos entendieron que solo iban a poder ser sujetos activos de derecho y tener algún lugar en la sociedad si se politizaban. Tras la llegada de la dictadura en 1976, la mayoría de ellos fueron diezmados o exiliados, y aquellos que lograron sobrevivir tuvieron que afrontar el flagelo del VIH. En los ochenta e incluso hasta mediados de los noventa contagiarse era prácticamente una sentencia a muerte. Esta enfermedad hoy es solamente crónica, una persona en tratamiento y con carga viral indetectable (y en consecuencia, que no transmite el virus), vive una vida normal.
Luego del Matrimonio Igualitario (Ley 26.618), otra batalla ganada fue para quienes, gracias a la Ley de Identidad de Género del año 2012 (Ley 26743), pudieron utilizar oficialmente sus nombres autopercibidos. Ahora también aquellas personas que no se identifiquen con el binarismo hombre-mujer pueden acceder a un DNI no binario (Decreto presidencial N°476/21).
Estas luchas que se dieron en las calles y fueron llevadas al Congreso son las que abrieron paso. Hoy, con la Ley de Cupo e Inclusión Laboral travesti-trans Lohana Berkins Diana Sacayán (Ley 27636), las personas trans, travestis y transgénero pueden acceder a un trabajo formal. Los habilita trabajar en el estado y también el área privada, que en compensación recibe beneficios impositivos. Aunque, sin dudas, esta ley nos pone como sociedad en un lugar privilegiado, ya que la incorporación de una persona trans-travesti deja de ser noticia para convertirse en algo cotidiano. De esta manera crecemos como seres humanos.
El sábado 6 de noviembre se hizo la Marcha del Orgullo número treinta en la ciudad de Buenos Aires. Una vez más fueron de Plaza de Mayo hasta el Congreso de la Nación. Este año se marchó para celebrar que tenemos Aborto Legal, Seguro y Gratuito, DNI no binario, y Ley de Cupo e Inclusión Laboral Travesti Trans “Lohana Berkins-Diana Sacayán”. A las carrosas con música y luces que celebraron los logros, se le sumaron también las demandas de distintas organizaciones, que continúan pidiendo avances. El frente Orgullo y Lucha por ejemplo, marchó con siete consignas: Reparación para Personas Mayores Travestis y Trans, Nueva Ley de VIH, Hepatitis Virales, Tuberculosis e ITS, Preservativos para Personas con Vulva, Regulación de la Gestación Solidaria, Ley de Protección de las Características Sexuales (DD.HH. Intersex), Reforma de la ESI con Perspectiva de Diversidad y aplicación efectiva, y Justicia por Tehuel (varón trans que fue visto por última vez el 11 de marzo en la localidad bonaerense de San Vicente).
En tanto, en la ciudad de Corrientes se marchó el domingo 7 de noviembre por la costanera, desde debajo puente hasta el anfiteatro José Hernández, llevando las siguientes consignas: Adhesión Provincial a la Ley de Cupo e Inclusión laboral travesti-trans, Adhesión Provincial a la Ley de Identidad de Género, Cumplimiento de la Ley de Educación Sexual Integral desde una perspectiva Trans No Binaria y de Género, Reparación Histórica a la Comunidad Travesti-trans, Acceso a la Vivienda, Creación del Consejo de Políticas de Género y Diversidad. A pesar de que han pasado nueve años de la aprobación y promulgación de la Ley de Identidad de Género, Corrientes no está adherida. Esperamos que no tengan que pasar décadas para que la provincia avance en materia de derechos para la población LGBTIQ+.
Aunque nos quieren callar, que no molestemos y llevan lejos del centro de la ciudad la Marcha del Orgullo; el domingo se marchó, se bailó y se fue feliz por unas horas. Siempre luchamos para que nuestras identidades sean válidas y nuestros derechos los de todos.
No somos simples disidencias inconformes, estamos en disputa social y política, y si molestamos es porque tenemos historia y podemos unirnos contra el patriarcado y el capitalismo. Acá estamos con ORGULLO contra todos los que quieren callarnos.