Ante la aparición sin vida del joven Lautaro Rose de 18 años en la costa del Rio Paraná, el Juzgado interviniente debe apartar de la investigación a la Policía de la Provincia de Corrientes para garantizar una investigación independiente e imparcial ante una muerte sospechada de violencia policial. Nadie puede investigarse a sí mismo.  Deben aplicarse los protocolos internacionales, Estambul y Minesotta, especialmente este último, para este tipo de sucesos. Estos instrumentos internacionales son cruciales en el esfuerzo global para acabar con la impunidad de los responsables, en casos de una muerte potencialmente ilícita y de toda sospecha de maltrato y tortura, cuando la muerte pudo haber sido causada por actos u omisiones del Estado, de sus órganos o agentes. Para que las normas de derechos humanos tengan efectos reales, tiene que haber una respuesta palpable ante toda posible vulneración. Las investigaciones y los procesos judiciales imparciales deben evitar el encubrimiento y desempeñan un papel decisivo en la defensa del derecho a la vida más aún cuando el sospechado es agente del Estado. Toda muerte en circunstancias sospechosas ocurrida en cualquier parte del mundo es en potencia una vulneración a ese derecho, calificado frecuentemente como el derecho humano supremo, por lo que la prontitud, imparcialidad y eficacia de la investigación es fundamental para que no prevalezca la impunidad y se imponga una cultura de rendición de cuentas. La correcta aplicación de los protocolos internacionales brinda una plataforma exhaustiva, actualizada y común a los investigadores forenses, patólogos, agentes del orden, abogados, fiscales, jueces y ONG para hacer realidad la aplicación de la Justicia.

Nos solidarizamos con la familia de Lautaro y convocamos a toda la ciudadanía a reclamar por JUSTICIA.