Los “Héroes” son y han sido personajes amados en la cultura popular, dejan huellas en la historia, que se transmiten orgullosamente de generación en generación. Pareciera que ellos son seres destinados a trascender, distintos a todos, más allá de lo ordinario.
En este artículo tratare de contarles de las acciones de algunos de los héroes que muchas veces no trascienden, y que a lo largo de los años han puesto sus alas al servicio de un pueblo, principalmente en los momentos más difíciles. Ellos pertenecen a nuestra línea de bandera, la cual nace en mayo de 1949 como Aerolíneas Argentina, tras la decisión política del gobierno del presidente Perón de fusionar cuatro líneas aéreas. Poco después se construyó el Aeropuerto Internacional de Ezeiza y ya en diciembre de 1951 fue declarada como la mejor empresa aerocomercial del mundo según la Sociedad Interamericana de Prensa.
Durante el gran brote de poliomielitis que azotaba a nuestro país en el ’56 (luego de que el Golpe Militar del ’55 disuelva el Ministerio de Salud Pública), nuestros héroes debieron realizar dos vuelos de ida y vuelta a Nueva York, para traer, primero 470 mil dosis en septiembre y otras 600 mil dosis en octubre de la vacuna contra la Polio.
Hasta el final de la década del 80, Aerolíneas Argentina no dejo de crecer, llegando a nuevas alturas, no solo conectando el continente, sino más allá del océano, llegando a Europa (Madrid, Londres, Paris y Roma) y Oceanía (Melbourne y Auckland). Con las flotas de aeronaves más modernas de la región y un equipamiento de entrenamiento de última generación.
En los ‘90, la empresa fue privatizada de la mano del neoliberalismo, cediendo sus activos a la empresa estatal española Iberia, quienes liquidaron casi toda la empresa, vendieron las oficinas comerciales en el país y en el exterior, el simulador de vuelo y 28 Aeronaves. Luego en el año 2001 fue vendida al Grupo Marsans, quienes acentuaron su caída, hasta que en el año 2008 cuando la situación de la empresa era miserable, ya estando al borde de la quiebra y con una deuda de casi 900 millones de dólares, el gobierno de Cristina Fernández de Kirchner estatizó la empresa.
Podríamos escribir párrafos enteros sobre el crecimiento de la empresa hasta el 2015 o de los constantes ataques que recibió durante la gestión de Mauricio Macri. Siempre con la misma lógica política: el continuo vaciamiento o destrucción de parte de los gobiernos neoliberales y de las dictaduras; y las recuperaciones y fortalecimientos de los gobiernos nacionales y populares. Pero es más importante destacar lo que representa nuestra aerolínea de bandera para los millones de argentinos en cada rincón del país: Aerolíneas Argentina es un servicio del estado, capaz de conectar puntos lejanos en poco tiempo, llevando a 10 millones de pasajeros por año desde cada punto del este extenso país federal, cuya superficie es de 2,7 millones de kilómetros cuadrados, y en donde el transporte no puede ser el lujo de unos pocos, sino, un bien para todos.
Durante esta pandemia, nuestra aerolínea trajo al país y llevo a sus hogares a más de 25 mil compatriotas en 93 vuelos especiales, mientras se suspendían las operaciones regulares de todas las líneas aéreas del mundo, también se trajeron desde China en distintas fases de operaciones especiales a Shanghái, alrededor de 290 mil kilogramos en material sanitario como: barbijos, guantes, máscaras, trajes de bioseguridad, componentes para la fabricación de reactivos de testeo rápido, entro otros; y el 24 de Diciembre del 2020, en un procedimiento que duro casi 40 horas, realizó una nueva épica y trajo al país 300 mil dosis de la vacuna Sputnik-V contra el Coronavirus.
Y así seguirán sus vuelos; en los próximos meses serán millones de vacunas desde distintos puntos del planeta, porque así son los héroes que conforman Aerolíneas Argentinas, trabajan silenciosamente para servir a un pueblo, y lo hacen para hacer un país cada día más justo para todos y todas.