Desde el fondo de nuestra historia la imposición del relato vencedor construyó en los argentinos, una mirada distorsionada de ángeles y demonios, catalogando a nuestros héroes de ayer de salvajes, indisciplinados, bárbaros o simplemente traidores a la Patria.
Pero como ese relato elaborado por Mitre está colonizado, la visión del mismo se reduce al concepto binario del eje “civilización o barbarie”. Pensar que aun hoy existen quienes persisten en hablar de grietas, desconociendo no sólo la historia, sino la complejidad de la política, que siempre lleva a la confrontación de modelos sociales y productivos, que se expresan en intereses diferentes, divergentes y contradictorios.
Así la confrontación provincias vs puerto, la primarización vs la industrialización de la economía, las economías regionales vs sectores concentrados, la seguridad social universal vs la exclusión, la soberanía vs las “relaciones carnales”, fueron ejes permanentes de la lucha política. La diferencia es que los sectores de la dependencia, no dudan en hacerse fuertes en base a la represión, la muerte, la persecución y el exterminio del otro, los componentes del campo nacional y popular.
Así fueron tratados de “Traidores a la Patria” desde los padres fundadores como San Martín por Rivadavia, al negarse a volver su ejército para enfrentar los caudillos López y Ramirez, que finalmente ganaron en Cepeda y ataron sus caballos en Plaza de Mayo. También Artigas fue perseguido poniendo precio a su cabeza Posada y Alvear, por negarse a entregar la Provincia Oriental a los portugueses bajo conducción británica con auspicio porteño.
Pero sucesivamente fue Rosas el “traidor” por defender la soberanía frente a la OTAN de entonces en la Vuelta de Obligado, Quebracho y Tonelero y reconstruir la unidad nacional, después del fusilamiento de Dorrego por parte de Lavalle, “espada sin cabeza”, empujado por Salvador María del Carril primer presidente de la Corte Suprema creada después. Te suena a actual?
Sin embargo el ensañamiento y el intento de borrar definitivamente cualquier intento de defender la soberanía, vendría de la mano de declarar traidores a la Patria sucesivamente a Perón y Cristina Fernández, desplegando todas sus armas desde letales a judiciales, con armado de causas y cárcel para sus dirigentes.
Como vemos ante cualquier intento de defender la Patria, el enemigo colonizador lo cataloga de traición, en una maniobra tan mediática como la permanencia del diario La Nación, que escribió una historia talladas en bronces, despojando de ideas y humanidad a nuestros héroes nacionales. Es el relato de la claudicación nacional, basada en la construcción de un pensamiento eurocéntrico colonizador, que no duda en entregar la soberanía nacional, desde Malvinas a Patagonia, desde YPF a Aerolíneas, pasando por la destrucción de los intentos de reconstrucción del UNASUR, demonizando los movimientos nacionales y populares en América Latina, basados en el pensamiento americano, moreno, mestizo criollo profundo. Se prolonga en el tiempo hasta el presente, con los mismos métodos.
Esa batalla cultural que se intenta minimizar bajo el amparo de “políticas de consenso”, que sólo consolida el poder real, es un eje determinante del éxito neoliberal y del fracaso de una política soberana de Patria y Pueblo. Aceptar el relato del enemigo, es claudicar los objetivos estratégicos que deben guiar la acción de gobierno, para desmontar las estructuras de la dependencia, comenzando por derribar la Constitución de 1994, que fragmentó al país y eliminó derechos sociales privilegiando al mercado como ordenador social.
Este escenario se repite a lo largo de la historia y no es una grieta, sino la diferencia entre la democratización del poder o la dependencia del poder financiero, entre priorizar al pueblo o a la macro economía, entre formar parte del mundo multipolar o ser colonizados por el unipolarismo dominante de la región: EEUU y sus aliados, intentando nuevamente saquear los recursos naturales latinoamericanos.
El Comando Sur amenaza con medidas coercitivas ante las inversiones chinas y rusas, asumiendo el rol de gendarme internacional, en contra de la Carta de Naciones Unidas, con el cual bloquea países hermanos, castiga a gobiernos provocando golpes de estado, blandos o duros. Intenta preservar su anterior patio trasero que ahora denomina “nuestros pueblos a los cuales defenderemos” (dixit), generala Richarson titular del Comando Sur, ante la Cámara de Representantes de EEUU.
Es que el diseño estratégico EEUU/OTAN para el Atlántico Sur incluye una acción enérgica sobre la Argentina, en función de avanzar sobre los recursos del Mar Territorial, la Antártida y los Pasos Bioceánicos, que incluyen la posibilidad de la escisión de la Patagonia Austral. Esa acción es coordinada desde Lewis desde lo internacional y desde Magnetto en su diseño local, ordenando al conjunto del cipayaje autóctono, expresado en la alianzas PRO/UCR y Libertarios, que viaja junto a funcionaros, jueces y periodistas a recibe las órdenes pertinentes a Lago Escondido.
Entonces si la región y el país están bajo ataque de una disputa geopolítica que se despliega en la zona, como la confrontación RUSIA/OTAN/EEUU que se desarrolla en Ucrania, es un rol esencial del peronismo y el movimiento nacional entender el panorama internacional, ya que del mismo se pueden anticipar los futuros escenarios, a los cuales sólo una respuesta de planificación estratégica, con objetivos nacionales de Patria Matria Grande, se pueden enfrentar a futuro, con modelos de justicia social, inclusión plena, eliminación de fronteras, defensa común, economía regional, comercio integrado, defensa del ambiente, producción para la defensa y de medicamentos esenciales para ser soberanos, salud y educación pública como derecho, I+D para 700 millones de compatriotas latinoamericanos, que siempre fuimos fragmentados por los imperios anglosajones, que enfrentaron nuestros héroes de antaño y Chávez, Lula y Néstor en el siglo XXl.
Todos ellos fueron perseguidos por “traidores”, el mismo signo que nos pondrán los dueños del poder hoy, a quienes seguimos bregando por la Justicia Social, la Independencia Económica, la Soberanía Política, la Tercera Posición Internacional, la Comunidad Organizada como poder popular constituyente y la recuperación de todas las herramientas que permiten un Estado soberano en la toma de decisiones, sin condicionamientos ni injerencias de terceros países, ni organismos internacionales que intenten someter la voluntad de los pueblos a sus intereses. Así que los peronistas, decidimos seguir siendo “traidores” para los de afuera y cipayos, pero patriotas adentro en el defensa de nuestra Patria y nuestro Pueblo.
(*) PRIMERO LA PATRIA
www.lapatriaestaprimero.org
CABA, 8 de junio de 2023
BIBLIOTECA
Hugo Chumbita: Hijos del país Ed. Casa del libro
Norberto Galasso: Seamos Libres los demás no importa nada. San Martín Ed. Colihue
Atilio Boron: América Latina en la geopolítica del Imperialismo Ed.Luxenburg