La Revolución del 4 de junio de 1943 tiene como originalidad que es un movimiento militar -dado por los coroneles del GOU, sintetizado en la figura de Juan Domingo Perón- que tiene una doble dimensión estratégica: culmina con la década infame y abre los cauces para el 17 de octubre y el nacimiento del mayor movimiento nacional y popular de América Latina: el Peronismo.
En un momento de crisis de los ismos, ya sea por la implosión del comunismo y la caída del Muro de Berlín en 1989, o la defunción de la fase del neoliberalismo en la globalización con la pandemia Covid-19, emerge con fuerza estratégica la doctrina nacional que creara JDPerón. Y es justamente aquí donde está la importancia fundamental de este libro, porque indaga en forma minuciosa -como nadie lo había hecho antes- desde un punto de vista integral orígenes, actores, tensiones, documentos y corrientes interpretativas de la Revolución del 4 de junio de 1943 y su proyección.
Damián Descalzo destaca desde un principio la premisa del filósofo católico -de gran influencia en Perón- Jacques Maritain: las personas en la historia actúan en base a la voluntad y la libertad humanas en las distintas circunstancias: desde el principio, su comprensión de la historia se aleja del determinismo histórico, para hacerla desde una concepción cristiana.
Para el autor la Revolución de Junio es original, nacional, argentina, humanista y cristiana, y desde estos parámetros va analizando la figura de Perón y el nuevo proceso histórico, político y social que se abre en la Argentina. Es muy interesante el modo en que describe e interpreta desde el punto de vista estratégico el rol de la Iglesia, el Ejército y los sindicatos, y lo novedoso es que lo realiza desde antes y después del 43.
Trata con nitidez -en la línea de Fermín Chávez- la constitución del GOU, sus documentos fundacionales y sus objetivos, que no eran ni más ni menos que defender las instituciones y alejar todo peligro interno y externo que ocurriese en la Patria. Asimismo, se agregan en la obra documentos de investigaciones recientes que son originales y que ratifican el carácter de Perón como estadista.
Pero Descalzo indaga en las raíces del Peronismo. Aborda la Doctrina Social de la Iglesia en forma profunda, las diferentes vertientes del pensamiento nacional y la concepción estratégica del GOU, con respecto a la neutralidad ante la guerra y el interés nacional.
Demuestra que para la organización militar el Estado es un regulador de la riqueza, director de la política y armonizador social, demostrando la contemporaneidad del peronismo. También queda en evidencia, debido a las referencias históricas del GOU sobre las figuras de San Martín y Belgrano, y también sobre un concepto eje necesario para rescatarlo hoy: el Ejército es el pueblo mismo en su dimensión soberana.
Demuestra que el movimiento emergente tiene como aliado más importante a la Iglesia Católica, por su carácter popular. Es imposible divorciar lo popular de lo católico en nuestros pueblos, y con el peronismo esto es evidente. Este hecho nos interpela hoy, en este mundo de relativismo: la necesaria articulación de una doctrina justicialista con la doctrina social de la Iglesia, enriquecida en la figura del Papa Francisco. Tema central para el futuro del justicialismo, tanto como la importancia de la organización como imperativo de la época en la concepción estratégica de Perón: el siglo XXI es el siglo de las organizaciones.-