Hace 197 años, se producía en el país lo que Raúl Scalabrini Ortiz sintetizó como: “la Patria del subsuelo sublevado”. Así magistralmente definió al 17 de octubre de 1945, cuando el pueblo sumergido por años de explotación social se alzó contra la oligarquía dominante y su socio secular el imperialismo. Ese subsuelo de la Patria se sublevó el 17 de octubre de aquel año, cuando salió a las calles para reclamar la libertad física del entonces Coronel Perón, preso en Martín García por el infame delito de alzarse contra la oligarquía dominante y de reconocer a la clase trabajadora desde la Secretaría de Trabajo y Previsión, derechos sociales que le negaban los sucesivos gobiernos oligárquicos, entregados como hoy al capital extranjero.
Las razones históricas de aquel 17 de octubre, tiene su origen en el golpe de estado del 4 de junio de 1944, cuando el Ejército y en particular el GOU (Grupo de Oficiales Unidos) liderado e inspirado por el entonces Coronel Perón, le puso fin a la tristemente célebre “Década Infame” (Pacto Roca-Runciman, Ley de Coordinación de Transporte, creación del Banco Central Mixto según el modelo de Sir Otto Niemeyer), y también a la candidatura presidencial del rico terrateniente norteño Robustiano Patron Costa.
Ese día, no solo se produjo con aquella histórica movilización la libertad del entonces Coronel PERON, sino también, el compromiso del Ejército de llamar a elecciones presidenciales, lo que ocurrió el 24 de febrero de 1946, cuando la fórmula Perón-Quijano derrotó a la tristemente célebre Unión Democrática liderada por el embajador Sprille Braden, funcional a los intereses del Departamento de Estado norteamericano.
Al grito de “Patria Sí, Colonia No” y de “yo te daré Patria hermosa te daré una cosa que empieza con P: Perón” coreado por aquella marea humana que desbordó las calles de Buenos Aires y de otras provincias del país, también se producía el nacimiento del Movimiento Peronista, y con él, el inicio de un proceso de liberación nacional y de justicia social sintetizados en las banderas siempre presente de la Patria socialmente justa, económicamente libre y políticamente soberana.
Aquellos días la simbiosis del Gral. Perón y de Evita con el pueblo se mantuvo incólume, y perduró en el tiempo a pesar del bombardeo a Plaza de Mayo de junio de 1955, al derrocamiento del Gral. Perón del 16 de setiembre del mismo año, a la proscripción de la masa Peronista durante casi 17 años y al Dto. 4161/56 de Aramburu-Rojas, que penalizaba al militante Peronista a años de cárcel si pronunciaba las palabras: Perón, Evita, Justicia Social y más aún, si cantaba la marcha peronista y se hacía tronar los bombos de nuestra liturgia.
Vaya nuestro homenaje a toda aquella generación de argentinos que como, Raúl Scalabrini Ortíz, Arturo Jauretche, Juan José Hernández Arreghi, Arturo Enrique Sampay y Norberto Galasso, entre tantos otros, hicieron posible desde el campo intelectual su aporte para la comprensión de lo que fue el 17 de octubre de 1945 y el fenómeno histórico del Peronismo.
Hoy que, el Peronismo aparece diluido en la conciencia colectiva de las nuevas generaciones, producto de la falta de la trasmisión generacional de su ideología y de su doctrina y del renunciamiento a sus principios y a sus valores éticos, el mejor homenaje que podemos rendir a la memoria del Gral. Perón y de nuestra querida Evita, a la memoria de todos aquellos compañeros que dieron su vida en tributo de la Patria liberada y de la justicia social, y a aquella generación de argentinos que hizo posible el 17 de octubre, es volver a las fuentes con un Partido Justicialista organizado, movilizado y con nuestra liturgia. Con una plataforma electoral que, inspirada en las sabias enseñanzas del Gral. Perón y en particular en su “Modelo Argentino para el Proyecto Nacional”, nos devuelva la esperanza que más temprano que tarde el futuro será nuestro. LA PATRIA NO SE VENDE y a no dudar, la LIBERACION NACIONAL y la JUSTICIA SOCIAL constituyen la base de nuestra promoción revolucionaria.
(*) Norberto S. Soto, Hector O. Castillo, Ramón A. Gomez, Juan M. Roldan, María G. Perez, Daniel A. Bordon, María C. Preckel, Gladys N. Soto.