“ROMA LOCUTA, CAUSA FINITA”
Cuando la última instancia judicial la tenía el Vaticano, allá por la edad media, se acuñó este dicho otorgando la última palabra al veredicto de su Santidad. El fallo del pontífice finiquitaba toda discusión, impartiendo justicia frente a planteos contradictorios. Lo paradójico del caso es que hoy, aquellos sectores tradicionalmente ornamentados con más piel de